No te aferres al pasado ni a los recuerdos tristes.
No reabras la herida, que ya cicatrizó.
No revivas los dolores y sufrimientos antiguos.
Lo que pasó, pasó.
De ahora en adelante,
pon tus fuerzas en construir una vida nueva,
orientada hacia lo alto,
y camina de frente sin mirar atrás.
Haz como el sol que nace cada día,
sin pensar en la noche que pasó.